Final Fantasy cambia de género para adentrarse en la nueva generación con su decimoquinta entrega.
Allá lejos y hace tiempo, en el 2006, se anunció un universo dentro del mundo de Final Fantasy conocido como Fabula Nova Crystallis. Una serie de juegos que compartirían una mitología, distintos elementos generales, y que estarían -de alguna forma- conectados. Final Fantasy Versus XIII mostraría el lado más oscuro de este ambicioso proyecto, contrastando con Final Fantasy XIII.
Desde ese anuncio, Versus XIII sufrió muchos cambios: nuevo director, rumores varios de cancelación, potenciales protagonistas borrados de la existencia, cambios en la jugabilidad y, lo más significativo, un cambio de nombre. Así fue como nació Final Fantasy XV, una nueva entrega numerada de la saga, que respetaría las bases de la propuesta original.
Luego de generaciones de guerra, el reino de Lucis es el último en contar con el elemento más antiguo y representativo de Final Fantasy: un cristal. Debido a su enorme poder, el rey decide aislarse del resto del mundo creando una barrera mágica. Esto no es gratis, ya que el costo de proteger al reino afecta directamente la salud del regente.
Esta es la situación en la que vivió por décadas este universo. Al igual que en Final Fantasy Type-0 (otro juego que originalmente iba a pertenecer a Fabula Nova Crystallis), un reino crece con las bondades de la magia; mientras que el imperio antagonista recurre al poder del avance tecnológico, industrial, y la maquinaria de guerra.
Luego de que el Rey enviara a su hijo, el heredero al trono, fuera de la capital, el imperio de Niflheim invadió y conquistó al reino, logrando quedarse con el último cristal. El problema es que el príncipe convenientemente había logrado evadir la situación, y tarde o temprano reclamará lo que le corresponde por derecho.
Nota: Los eventos de la invasión pueden ser vistos en la película Kingsglaive Final Fantasy XV.
“Lo que no es puede llegar a ser”.
Final Fantasy XV mezcla en su historia elementos políticos con la clásica mitología de cristales e invocaciones de la saga.
La boyband del 2016.
Así es como comienza nuestra aventura: la larga travesía del príncipe Noctis por recuperar su trono. Por suerte no está solo, ya que cuenta con sus amigos y compañeros que lo ayudarán a completar su camino y a entender lo que significa ser un rey.
Ellos son: Prompto, fotógrafo ocasional, amigo de la escuela, el alma del equipo, con una preferencia por las armas de fuego; Gladiolus, el músculo del grupo, instructor y entrenador del príncipe, ávido usuario de armas grandes; e Ignis, la mente y chef del cuarteto, usuario de armas cortas y lanzas.
Podrán apreciar que cada uno cuenta con características particulares, logrando personalidades definidas e interacciones realistas.
Nota: el trasfondo de estos personajes se relata en el anime gratuito Brotherhood Final Fantasy XV.
Hay muchos interesados en ayudar al príncipe; es por eso que contamos con decenas de personajes en el lado de los aliados. Esto incluye ex-soldados del rey, investigadores, profesionales, y todo tipo de ciudadanos. Esta relación entre el nuevo rey y su pueblo, sumado a que la historia del juego transcurre a lo largo de más de 10 años, hacen que las misiones secundarias tengan un contexto realista.
Sin embargo, se destacan entre los buenos Lunafreya Nox Flauret, amiga de la infancia de Noctis, futura princesa por un matrimonio arreglado y una de las pocas personas capaz de hablar con los dioses; y Cydney, la hija de Cid, nuestra mecánica de confianza a la que recurriremos para todo lo referido al Regalia, el auto de lujo en el que se traslada nuestro grupo.
Está Cid... y Cyd.
Definido por sus desarrolladores como un RPG de acción, este es sin duda el juego que más se aleja del estándar de la saga. En Final Fantasy XV lucharemos en tiempo real, comparable a The Witcher 3. Para los más puristas de la saga, está la opción de congelar brevemente el tiempo en ocasiones para ir evaluando el combate tácticamente.
A grandes rasgos hay que aprender un simple factor para entender el sistema de combate. Manteniendo presionado círculo/B atacamos constantemente. En cambio, haciendo lo mismo con cuadrado/x entraremos en modo defensa, es decir que esquivaremos gran parte de los ataques enemigos. Saber cuándo elegir una instancia o la otra es el corazón del sistema.
Por supuesto que es mucho más complejo que eso. El poder de la realeza le otorga a Noctis la posibilidad de teletransportarse e invocar armas. Podemos alejarnos velozmente, escapar a la altura para recuperar energía, o impalar al enemigo prácticamente desde donde sea. Cambiar de arma en tiempo real, nos permite elegir la más adecuada para cada tipo de enemigo. La variedad es amplia y su mayor diferencia radica en la fuerza y velocidad con las que nos deja cambiar de posición.
Olvidate del JRPG.
Si bien se puede congelar brevemente el tiempo para pensar, FFXV nos demanda estrategia en tiempo real.
Fiel al primer trailer, Noctis puede invocar armas a voluntad.
Eventualmente vamos a sumar a nuestro arsenal las clásicas invocaciones que -siendo fiel a los últimos juegos de la saga- juegan un rol importante en la historia. También conseguiremos ataques especiales utilizando el poder de las armas de los viejos reyes.
La magia cambia rotundamente su presencia en el juego. Podemos extraer energía de distintos puntos en la tierra, y luego de mezclarla con diferentes componentes obtener hechizos como si se tratara de ítems arrojables.
Subimos de nivel juntando experiencia, con la particularidad de que esta se aplica cuando nos vamos a dormir en el juego o terminamos un capítulo. Además, hay un sistema de nodos que nos permiten mejorar prácticamente todas las características la jugabilidad, con puntos que obtenemos de diversas formas: desde pescando hasta realizando ataques combinados en combate.
¿Cuánto falta? La pregunta que todos nos hicimos durante diez años.
La relación entre los protagonistas es sin dudas uno de los grandes puntos fuertes del juego. Cómo interactúan entre sí, las reacciones que tienen ante casi cualquier evento, las charlas serias, etc.
Varias veces sucederán eventos sorpresivos: desde Prompto pidiendo parar el auto para sacar una foto, hasta Gladio despertando al príncipe a la madrugada para una sesión rápida de entrenamiento. La variedad y la naturalidad con la que suceden es tal, que hace que el desarrollo de estos personajes tenga un nivel minucioso pocas veces visto.
Esta amistad también se refleja en combate. Podemos activar habilidades directas, donde la cámara se posa sobre nuestro compañero para realizar el ataque, con la posibilidad de que Noctis dé el último golpe. También veremos varios ataques combinados en mitad del combate, cuya coreografía y espectacularidad no tienen nada que envidiarles a los clásicos combos del Chrono Trigger.
Hablando de amigos, los chocobos también nos ayudarán en la aventura.
El otro gran punto fuerte del juego, es su mundo. En una época donde la mitad de los lanzamientos transcurren en un “mundo abierto”, se vuelve tedioso tener que explorar cada uno. Final Fantasy logra justificar esta decisión.
El nivel de detalle es sencillamente asombroso: su variedad ecológica; sus ciudades totalmente diferentes entre sí, inspiradas sutilmente en lugares reales; los negocios con todos sus productos detallados a la vista; las rutas por donde estaremos varias horas de la jornada; y la inserción tan realista de todos los elementos de la saga como lo son naves voladoras, la magia, o invocaciones gigantes.
Marchen unas fritas a la Ignis.
Gráficamente está entre lo mejor de la generación hasta la fecha. Podemos destacar los efectos de luz de la magia, las famosas partículas que se generan cada vez que desaparecemos/invocamos armas, y la calidad y textura de la ropa.
La banda sonora está al nivel de una saga imbatible en este aspecto. Los temas acompañan a la perfección cada momento, cada escenario, y pocas veces resultan monótonos. Como bonus, podemos comprar (in-game) la banda sonora de juegos pasados para escuchar en el auto o mientras exploramos el mapa, cual Metal Gear Solid.
Nada como recorrer un mundo escuchando las melodías de Final Fantasy XIII y preguntarse qué hubiera sido del juego si hubiera salido varios años atrás, bajo el nombre Versus XIII.
“Todo lo que toca la luz es nuestro reino.”
La espera fue muy larga, pero valió la pena. Final Fantasy logró estar a la altura de lo esperado. ¿Merece ser llamado Final Fantasy XV? En mi humilde opinión le hubiera quedado mejor un nombre que no sea de la numeración principal por toda la acción que posee; sin embargo, sí es un juego que se gana el título de la saga. En ningún momento se siente como una excusa para vender con el nombre. Aclarado esto, espero con ansias el remake de FFVII, que seguirá esta línea de gameplay.
El juego tiene dos puntos exageradamente fuertes: su mundo abierto y detallado, y la relación entre los personajes, que se destaca por construirse en una forma minuciosa con el correr de los días. El sistema de combate, en lo personal me pareció excelente, pero es entendible que a muchos les parezca diferente. Lo que nadie puede negar es que es algo novedoso en una industria en la que se volvió difícil innovar. ¿Qué lo aleja entonces de un 10 o 9.5? La cámara por un lado: funciona la gran mayoría de las veces, pero cuando no es así se torna estresante. Por el otro lado, la desprolijidad en cuanto al producto final. Se entiende que tanto años traigan cambios en todo aspecto. Lamentablemente la decisión de sacar la película, el anime y los minijuegos arruinó un poco el impacto del principio (si es que no los queremos ver), y el reciente anunciado DLC gratuito -que agrega escenas de la historia- se siente desubicado para un juego de tanto calibre.
A pesar de esto, nuevamente la luz le gana a la oscuridad, haciendo que este Final Fantasy sea un título que, tarde o temprano, todo usuario de Xbox One y PS4 deba jugar.
¿LO JUEGO?
Sí, un Final Fantasy espectacular para cualquiera. Un mundo en el que vale la pena perderse.
Checkpoint opina…
Se logró lo que parecía imposible: devolverle a Final Fantasy la grandeza y rimbombancia con la que contó durante largos años. Noctis y compañía lograr arreglar el desastre que dejó Lightning, y nos brindan una bellísima experiencia tanto para fans como personas que quieran recién adentrarse en la sga.
Una ejecución brillante y producción digna de un premio. Gracias, Hajime Tabata, lograste lo que se necesitaba.
A pesar de un tutorial que no tiene nada que hacer en un juego de este calibre y el cambio de género luego de 15 entregas, Final Fantasy encuentra un nuevo rumbo. Lamentablemente no es el rumbo que mejor me sienta, pero todo aquel que disfrute de hacer side quests sin parar, en un mundo amplio y que realmente se luce por su belleza, se va a sentir muy a gusto.Lejos se encuentra FFXV de una experiencia incluso comparable con la del VI, VII, VIII, IX, X y XII. Veremos qué es lo que tienen planeado parchear en la historia y el juego para mejorarlo un poco más.
Sublime presentación y jugabilidad en este Final Fantasy tan esperado. Lo estoy disfrutando tanto como varias de aquellas iteraciones más extraordinarias de la saga.